Los amigos son como las flores

La serena tarde de el pasado domingo, se me ocurre asomarme al balcón de mi antigua, pero linda casita y me llama la atención el andar cansado y pensativo de un hombre que traía en su hombro una guitarra como su fiel compañera, su gran amor, su confidente y por esas cosas del cerebro, sin fijarme en él detalladamente, me vino a la mente mi querido amigo Mr. Acorde (Idalberto), ¡Pero!, si era él! el mismísimo dulce amigo, con su sonrisa noble y sus ojos iluminados de tanta alegría al reencontrarnos después de tantos años. Cuando nos han sucedido tantas cosas malas y buenas.
Sentarnos a conversar, a compartir un cafecito y dedicarme sus improvisaciones, con la misma sencillez que siempre lo acompaña,
Mi entrañable amigo, ¡Cuánto has sufrido! Tanta nobleza no cabe en ese cuerpo que te acompaña, tanto talento y sin embargo la vida y el destino les jugó una mala pasada a ti y a tu difunto hermano Claudio que nunca pudieron concretar sus sueños de llegar a ser el dúo “Acorde” ¡Que lástima que no hayan quedado registrados en videos y discos el virtuosismo de aquel dúo de los hermanos Mr. Acordes, que dejaron un sello impregnado en mucho de los jóvenes guitarristas y trovadores de la época. ¡Que ironía del destino! Un excelente dúo se perdió en el tiempo porque al final del túnel no encontraron la luz, la intolerancia y la muerte los separó y mi amigo Idalberto con su triste sonrisa mira a su alrededor. Él observa todo .Él no está aquí, porque él siente que su alma se fué con su hermano, pero su cuerpo se quedó y solo tiene a su guitarra y un montón de recuerdos. Pero no estás solo mi querido amigo, te doy la mano para ayudarte porque como tú bien dices…. “Los amigos son como las flores “y el aroma de esas flores te ayudarán a encontrar nuevamente la luz.