viernes, octubre 21, 2011

Descripción: http://www.mujeres.cubaweb.cu/fotos/561/32b.jpg

RECITAL CON OLOR A YERBA RECIÉN CORTADA



Su música suena a guajira, a yerba fresca, a mañana verdecida. Mucha nostalgia y sentimiento invadieron la sala Lecuona del Gran Teatro de La Habana, cuando la pianista y compositora Ana Martin Díaz, desplegó en este octubre, su recital habitual del segundo domingo de cada mes, acompañada por su jovencísima orquesta de cuerdas y viento Habana-Martin.

Desde que el danzón Por tu Partida, dedicado a su fallecido padre Eddy Martin, inundó el local de pasión, ritmo y melodía, se hizo palpable un ambiente con sabor a campo labrado, a sol de amanecer en la campiña cubana, seguramente allá, en el intrincado Tamarindo, donde vio la luz el excelente periodista y comentarista deportivo.

Lo mejor de degustar la amplia obra musical de Ana Martin, es conocer que ella, capitalina de pura cepa, de asfalto bajo los pies y de paisajes desde edificios altos, ha podio aprehender en cada nota la cubanía rural de sus padres, de los orígenes de su familia en los verdes campos avileños.

Mientras componía una de las piezas ahora interpretada, la tocó para un oyente y le preguntó qué le traía a la mente: y el interlocutor sin vacilar contestó: -se parece a Camagüey. Y así mismo tituló la obra que era su homenaje al aniversario de esa histórica ciudad.

Anita toca música clásica con la elocuencia de manos adiestradas a alcanzar todas las notas con maestría, y mueve su repertorio desde lo más lírico y nostálgico, hasta el sabor de una pieza para cualquier orquesta charanga.

Del recital, acompañada por alumnos egresados del conservatorio de Guanabacoa que integran su orquesta de cuerdas y viento, sobresale también la alta calidad de sus invitados especiales, en este día de rendir homenaje a tres importantes jazzistas, Bebo Valdés, Chucho Valdés, en sus 70, e Hilario Durán.

Los cantantes Omar Amhed y Niurka Ribaux, con sus voces bien trabajadas y cada cual a la altura de interpretaciones tan difíciles como Si me pudieras querer  y Unicornio Azul, el primero, y la hermosa canción venezolana A tu Regreso, y el clásico cubano Sóngoro Cosongo, la segunda.

Siguiendo ese hilo mágico del buen hacer, el maestro Carlos Luis de la Tejera trajo al escenario dos piezas inmortalizadas por el increíble Bola de Nieves, con su manera peculiar de decir y cantar, Messie Julián y Ay amor, para luego culminar haciendo reir y reflexionar con su monólogo sobre Las cosas.

Tarde privilegiada la que tuvo este segundo domingo la sala Lecuona del Gran Teatro de La Habana, algo que se repite todos los meses desde un año atrás. Mucho arte y mucho amor en cada  nueva presentación de esta consagrada pianista y compositora, cuya invitación queda en pie para todas y todos.

jueves, octubre 20, 2011

Aniversario de “Todo por amor”

Por Jesús Risquet Bueno
18 de septiembre de 2011

La Sala Lecuona del Gran Teatro Nacional se vistió de fiesta para celebrar el primer aniversario de una de las peñas ya emblemáticas de la ciudad. Como era de esperar, fue este un concierto especial, diríamos que un concierto de lujo, el que nos brindaron Ana Martin y sus invitados.
Todo por Amor es una convocatoria mensual en la que el deleite de la pianística cubana y las interpretaciones de jóvenes valores de la canción contemporánea se crecen constantemente. Y vale tener en cuenta la justeza de su nombre, porque esa es la esencia de esos conciertos que con tanto esmero y buen gusto nos prepara su anfitriona cada mes, en los que siempre logra que el auditorio exprese complacido su agradecimiento por tan lindo regalo.
“Ha sido un año de intensa labor, destaca Ana Martin, para mantener este espacio en la Sala Lecuona. Ello requiere de un gran esfuerzo, porque he logrado realizar un concierto diferente cada mes, buscando novedosas sonoridades en la orquesta e incorporando nuevos y variados  instrumentos, según lo requiera el repertorio que voy haciendo. Quiero dedicar una especial loa a los artistas que me han apoyado, como es el caso de mi entrañable Carlos Ruíz de la Tejera, la magistral Niurka Ribeaux y el excelente Omar Ahmed, quienes me han acompañado todos los meses. Sin ellos, sin la juvenil orquesta, mi trabajo no se notaría ni habría gozado de reconocimiento alguno. Ellos y otros artistas que han pasado por aquí, me han motivado a hacer nuevos arreglos, a repertorizarlos con nuevas obras y así he ido ampliando el prisma musical de Todo por Amor.”
Continúa la anfitriona: “esos jóvenes talentosos, muy bien formados en el conservatorio, llegan a mí con deseos de tocar, ávidos de ganar en experiencia profesional. Y ese es un trabajo que me llena de satisfacción, al verlos como se van desarrollando; pero ha sido algo recíproco porque yo también he aprendido mucho al relacionarme y conocer la interioridad de cada instrumento, en la práctica, que es donde tú te das cuenta de la sonoridad de cada instrumento con respecto a otros en conjunto, y eso al creador le da el pie para saber hasta dónde puede llegar.
“Por otro lado, estos conciertos han servido de alguna manera para llevar un mensaje de amor al prójimo, resaltando los valores humanos a través de la música, el humor y la poesía, a través de los esfuerzos que todos, en conjunto, hemos realizado. Por ejemplo, el pasado 26 de junio hicimos un concierto en Matanzas, auspiciado por el Centro provincial de la Música Rafael Somavilla y mi empresa Adolfo Guzmán, concierto que ayudó a la compra de una viola y un violín para dos de los alumnos recién graduados. Todos los artistas profesionales que participamos hicimos una donación y ya esos dos jóvenes tienen al fin, su propio instrumento para iniciar el camino, y espero que puedan lograrse otros conciertos, de manera que podamos seguir ayudando a todos los que así lo necesiten; por supuesto que con el apoyo de las instituciones pertinentes que aporten su ayuda para el mejor desenvolvimiento de estos proyectos, siempre con el propósito de incentivar los buenos sentimientos del ser humano, porque últimamente se están perdiendo esos valores y esa camaradería,  y esa es también otra enseñanza más que necesitan las nuevas generaciones.”
Nos dice la Martin que “a través de distintos homenajes realizados a figuras importantísimas que forman parte de la historia musical de este país, los alumnos y público en general han podido conocer parte de la historia de estos. A ellos les dediqué mis conciertos e interpreté algunas de sus obras como fue el caso de Frank Emilio Flinng, Esther Borjas, Ernesto Lecuona, Eliseo Grenet, IgnacioVilla (Bola de Nieve) entre otros.
“Quiero agradecer a todos los artistas que han aportado su arte, enriqueciendo los conciertos como es el caso de Yasek Manzano, Edgar Martínez, Eduardo Barroetabeña, Michel Salazar, Nelson Camacho, Luanda Suarez, Verónica Velázquez, Jesús del Valle, Marialina Grau, Arleti Roquefuentes, Arianna Amador, Adolfo Guzmán hijo, Fernando Tor, Dennis Carbo, Vázquez y sus músicos, Vilma Garriga, Malú Méndez Verde, Mabel Serrano, Ana Ibis de Radio Metropolitana, la flautista Iya Mezenova, a los ya mencionados Carlos Ruíz de la Tejera, Niurka Ribeaux y Omar Ahmed; a todos los alumnos que han conformado la orquesta y a la talentosa niña Brenda Pérez García, estudiante de violín del conservatorio Paulita Concepción; a mis familiares y amigos, a los medios de prensa, al teatro, a mi empresa, al Municipio de Cultura de La Habana Vieja, especialmente  a Henry Gutierrez, director artístico y al Club de Oyentes Eddy Martin de la emisora Radio Llanura de Colón, quienes ya son parte de mi familia por sus infinitas muestras de amor a la memoria de mi padre y a mí.”
No son pocos los que se han visto involucrados y fascinados por este proyecto, cuyos frutos son ampliamente palpables, ocupando un espacio relevante en el panorama musical de la capital de todos los cubanos.
Agradecemos a la pianista Ana Martin su iniciativa y su fidelidad a la cubanía y al patrimonio musical de nuestro pueblo. Sabemos que Todo por Amor seguirá cumpliendo su cometido: alimentar el espíritu de los que concurren a la sala de conciertos y enriquecer el universo sonoro del auditorio.
Por último nos dice esta dedicada mujer, “pienso que esto es sólo el comienzo de un largo camino que debo cumplir sin desmayar. Sólo estoy haciendo lo que nace desde el fondo de mi corazón. No hay satisfacción más grande que hacer lo que verdaderamente uno siente y cuando se hace Todo por Amor se logran resultados como este”.
Y no se equivoca la artista, cuando el amor es centro de lo que hacemos, el resultado satisfactorio es seguro, por ello el segundo domingo de cada mes estará ahí siempre disponible para que vayamos a disfrutar de Todo por Amor, con Ana Martin y sus invitados ya en marcha hacia su segundo año de existencia.

(Tomado de Trabajadores.cu)