sábado, junio 28, 2008

El Conjunto Nacional de Espectáculos de Cuba, Carlos Ruíz de la Tejera y Ana Martin.


UN día de 1987, no recuerdo cual, me llamaron a trabajar con el Conjunto Nacional de Espectáculos de Cuba, dirigido por Alejandro García Virulo ¡Que emoción! , pero también que responsabilidad. Les confieso que fue un gran reto. Pues no, solo como pianista iba yo a integrar el tan famoso Conjunto Nacional de Espectáculos de Cuba. Si no que también como actriz, cantante y hasta bailarina. Nunca olvidaré aquel guaguancó que tuve que bailar y dicho sea de paso siempre me quedaba atravesado, pero mientras yo me angustiaba intentando darle sabor a aquel guaguancó, el público se reía a mares porque pensaban que era parte del chiste. ¿Que cosas tiene la vida ¿Verdad? Esta es una, entre muchas anécdotas, todas muy graciosas que les puedo contar, pues no se imaginan ustedes cuantas novatadas tuve que pagar.
Integrábamos el elenco 6 actores y 4 músicos, pero los músicos, lo mismo actuábamos que los actores cantaban y tocaban instrumentos.
Alejandro García Virulo., Carlos Ruíz de la Tejera, Jorge Guerra, Carmen Ruíz, Zulema Cruz, Jesús del Valle (Tatica), Leoginaldo Pimentel, y otros integrantes que estuvieron de paso, como el caso de Edesio Alejandro , Cotán y un percusionista menor que no recuerdo su nombre, además de esta servidora, Ana Martin que, ¡ de paso! , ¡Nada! Estuve hasta el final del conjunto. Pues se desintegró y lo sentimos mucho todos los que compartimos esta etapa maravillosa.
Le dimos la vuelta a Cuba entera con “El Génesis según Virulo” (Échale Salsita) y mas tarde hicimos Dos giras internacionales cosechando éxitos en España y México.
Para mí todas aquellas experiencias eran totalmente nuevas. Los ensayos agotadores, mañana, tarde y noche. Realmente era muy difícil, pero lo disfrutaba al máximo .Recuerdo que al principio en los cambios de vestuario de escena a escena, me daba tremendas trabadas, se me enredaban los trajes, los zapatos, los chales y los sombreros y a veces hasta salía a escena con las plumas del sombrero al revés y refunfuñando con todos aquellos trapos encima de mí y para colmo de males, los papeles de música, los timbres del teclado que no conocía todavía y me confundía. Recuerdo que un día en vez de ponchar el timbre que hacia el efecto de los truenos y tormenta para así anunciar el Diluvio Universal, ponché el de una moto, eso fue el mejor chiste de la noche. Yo pensé que de esa Virulo me botaba del conjunto, pero mientras más eran mis trabazones, mas se reía el público, increíble y así me fui convirtiendo en una original actriz humorística.
A propósito. Nunca se me había ocurrido comentarles, los años que hace que Carlos y yo nos conocemos.
UN día Carlos Ruíz de la Tejera se me acercó en uno de los ensayos y me dijo…. Maestra ¿le gustaría a usted acompañarme en el Vals del Minuto de Federico Chopin? Y yo le contesté así, sin más, ni mas… Bueno, esta bien, como usted desee maestro, yo encantada de acompañarlo y así fue que comenzamos a trabajar, inseparables, hasta la fecha.

viernes, junio 20, 2008

Hotel Nacional de Cuba

Acabo de encontrar en mi PC este artículo que hizo el SR.Homero Gómez Valdés, escritor mexicano que se hospedó en el Hotel Nacional de Cuba, donde trabajo desde hace ya 12 años. Tuvo la delicadeza de enviármelo y quiero compartirlo con ustedes. ¡Que gran satisfacción siento cuando compruebo lo feliz que se marchan de este bello salón las personas al escuchar mi música. Gracias SR.Homero por tan linda opinión. Anita

Una noche tropical
por Homero Gómez Valdés
Este día, estoy escuchando el piano de Ana Martín. La melodiosa alegría de su interpretación me hizo evocar esas noches de La Habana en que la conocí. Por pura suerte fuimos de los desviados del hotel al que estábamos destinados debido a una falla en el aire acondicionado y ¡Zaz! Que nos mandan al Nacional, que representa al hotel insignia de La Habana. En este edificio en que la presencia de grandes personajes tanto de la política mundial como de la farándula son evocados con orgullo, se encuentra un restaurante símbolo de lujo y magnificencia.La noche era apacible, la compañía espléndida, el entorno deslumbrante con las arañas y candiles, la cena opípara y el vinillo perfumado y excelente. En medio del degustar de los momentos y los manjares que eran atendidos con perfecta organización por el maitre y los meseros, empezó la música: Desde la primera pieza captó mi atención la melodía y no pude más que irme hasta detrás de la partitura para ver que esa interpretación no sólo tenía la mejor técnica sino que el alma que reflejaba la sublimaban en el arte.Las oportunidades de apreciar interpretaciones le permiten a uno tener un poco de gusto y así poder hacer una clasificación de los interpretes: Los hay con una perfección en la técnica pero que tocan una música sin alma, los hay entusiastas que hacen ruido y lo comercian en bodas y fiestas en los que no permiten con su estridencia lo más importante que es el convivio de los asistentes y que lo hacen a uno retirarse temprano para no perder el tímpano restante, los hay aquellos que sin tener la técnica sobresalen sobre los otros por la pasión y estilo con que manejan lo que tocan y por supuesto, hay esas raras perlas que cuando tocan poseen el dominio de la técnica y además ponen el alma y la pasión en la interpretación que hacen sentir la vida por medio de la música. En estas últimas se puede considerar a Ana Martín. Ana, al ver que hacía vibrar lo más intimo de mi ser con su piano, o tal vez solamente dentro de su papel de anfitriona, se acercó a platicar a nuestra mesa brindándome la preferencia de su atención. En la charla nos habló de su esposo también pianista y del grupo que la acompañaba y así nos fuimos adentrando en una intimidad de orgullos de la que nos hacía partícipes, nos habló de su padre quien es cronista deportivo y al que no fue posible entrevistar debido a que andaba con la "liga" de béisbol allá por el sur de La Isla.Cuando se dio cuenta de que se hablaba de los nombres de las piezas y sus autores que había interpretado tanto en lo clásico como en esas canciones de antaño que por su riqueza perduran siempre, le salió una lucecita en su mirada y volviendo al piano nos hizo permanecer mucho rato con el alma suspendida en el paraíso."Noche tropical, cálida y sensual..."Noches inolvidables en La Habana, El Nacional y Ana Martín.

domingo, junio 15, 2008

En el Día de los Padres

Hoy que es un día tan especial y tierno
Quiero felicitarlos a todos desde mi corazón.
Aunque mi corazón un dia como hoy está sintiendo mucho dolor por no tener a mi padre presente .
Pero su amor y sus recuerdos estarán por siempre vivos en mi .UN abrazo muy grande y que la pasen muy lindo.Que Dios los bendiga
Anita.

Estas flores también son para ustedes.

martes, junio 03, 2008

Lo sublime y lo agradable se unen en esta artista, cubana de pura cepa, cuya música se escucha en los lugares más selectos de la ciudad





Los amantes de la buena pianística saben que en Ana Martin siempre encontrarán derroche de talento y buen gusto para complacerlos. Su arte ha trascendico más allá de las fronteras de nuestra hermosa isla.

Las mágicas manos de Ana Martin en jubileo con la Prensa Cubana

En lícito conciliábulo se confabularon el arte, el tributo y la buena interpretación, como regalo supremo de las musas para colmar la sala del teatro Auditórium Amadeo Roldán con un “Concierto de amor”.

Como un “concierto de lujo” lo calificó con justa precisión Tubal Páez Hernández, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba; y mucho más podríamos decir de este concierto homenaje por el Día de la Prensa Cubana, que en sus 30 años de vida artística ofreció la pianista cubana Ana Martin en la noche del 7 de marzo. También dedicado a las mujeres cubanas, a la cita acudieron relevantes figuras de las artes para enriquecer la noche excepcional con sus interpretaciones.

Acompañada por la Orquesta Sinfónica Nacional Nuestro Tiempo, dirigida por el maestro Enrique Pérez Mesa; el baterista Enrique Plá, el percusionista Lino A. Pedroso, el bajista Michel Salazar y el Quinteto Opus 5 bajo la dirección de Irina Vázquez; la pianista inundó la sala con un tropel de sinestesias musicales haciendo brotar del teclado el olor de la campiña cubana, el sonido del agua en cascadas y el canto de las aves.

Disfrutamos del dulce ritmo del zapateo cubano unas veces, o imaginamos otras, al pregonero en medio de una plaza y a la mulata regalando su sonrisa zalamera desde una ventana.

Nos llegó el usual encanto de la flauta sublime y tierna de Iya Mezenova que, en conjunción con el piano de Ana Martin nos transportó hasta un plácido amanecer campestre, a la quietud de un luminoso arroyo o hasta un sosegado encuentro amoroso.

En esa noche pletórica de emociones las mágicas manos de Ana Martin engendraron la cadencia sensual, festiva y penetrante del danzón en todo su esplendor rítmico armónico en un estilo inconfundible.

Hay ocasiones en que los abjetivos alcanzan una dimensión extraordinaria y es eso lo conseguido al referirnos a la irrepetible experiencia cultural de la que fuimos gozosos cómplices todos los periodistas y admiradores que conformamos el cálido auditorio.

Son muchos los momentos en que la consagrada pianista nos sorprendió, como cuando se hizo acompañar por un niño desde otro piano interpretando Mis manitos juegan, o cuando interpretaron en sendos pianos La Paradoja, ella y María de los Ángeles Horta; así como la presencia de las voces cristalinas, delicadas y armoniosas de los jóvenes intérpretes Freddy Vera y Verónica Vázquez.

La conocida Schola Cantorum Coralina de Alina Orraca se sumó al jubileo para con el resto de los músicos y la pianista, ofrecer una especial apoyatura al versátil Carlos Ruiz de la Tejera en un Desiderata insuperable; seguido de un desbordamiento de sensibilidad y maestría cuando se unieron los versos de Dulce María Loynaz en voz del actor José Antonio Rodríguez y la composición musical de Ana Martin.

Con A mi padre querido, composición tributo de la Martin a su padre, el desaparecido maestro de periodistas Eddy Martin, culminó el sueño que hecho realidad nos deleitó en esa noche singular que permanecerá mucho tiempo en nuestra memoria.

El programa, conducido por Rosalía Arnáez, contó con más de veinte obras, compuestas y orquestadas por la prestigiosa pianista, demostrando así facetas poco conocidas de su quehacer musical. Cada pieza está inspirada en lo cotidiano siempre enriquecidas por sus fantasías y emociones.

Ana Martin, habanera por nacimiento, estudió en conservatorios de nuestra capital, es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y ha desarrollado una extensa carrera de tres décadas durante las que ha llevado su arte a varios escenarios internacionales en los que ha cosechado admiración y reconocimiento por su sencillez, la cubanía de sus piezas y la entrega total cuando sus manos generan las criollísimas melodías que el ébano y marfil producen para deleite de quienes tenemos el privilegio de apreciar su arte.

Como bien dice un colega: “Buen gusto, mesura, justo uso del tempo, una feminidad segura y rebosante, en fin los ideales ingredientes para un arte mayúsculo fue lo que Ana Martin prodigó en este concierto memorable”.

Sólo lamentamos que el teatro no promocionara la gala en sus vitrinas con el poster alusivo ni se invitara a participar, como sucede con todas las presentaciones en su escenario, a los abonados del teatro que dejaron de disfrutar de algo verdaderamente especial. (Fotos cortesía de Ramón Martínez Iglesias)

Imágenes Concierto Teatro Amadeo Roldán (Fotos: Ramón Martínez Iglesias)
















Otros artistas invitados ofrecerán también su arte a los profesionales de la prensa nacional

Como homenaje al Periódico Patria, fundado en 1892 por José Martí, organizador principal de la Guerra Necesaria en Cuba, se instituyó el 14 de marzo como Día de la Prensa Cubana.

Es esta especial ocasión en que se reconoce la labor de los profesionales de la prensa en nuestra sociedad, por sus aportes al desarrollo y consolidación de la obra revolucionaria a través de la pluma y el pensamiento.

Este año la excelente pianista cubana Ana Martin ofrecerá un Concierto homenaje a la Jornada por el Día de la Prensa Cubana, con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el Maestro Enrique Pérez Mesa.

La pianista y compositora, de larga trayectoria y reconocidos méritos por su labor permanente en función de mejorar la apreciación musical en nuestro pueblo y promocionar lo mejor de la música cubana, celebra sus 30 años de vida artística.

Aunque el concierto es un obsequio para quienes día a día informan al pueblo sobre el acontecer nacional e internacional, para quienes tienen al apóstol como referente en su cotidiana labor, la pianista ha querido también, de manera especial, invitar a todas las mujeres en vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer.

Ana Martin, con su calidad interpretativa, es uno de los talentos nacionales que llega hasta nuestros días convertida en una excelente pianista, involucrada totalmente en el panorama musical contemporáneo; por ello centenares de profesionales de la prensa y público en general acudirán a la prestigiosa y acogedora sala del Teatro Auditórium Amadeo Roldán, lo que añadirá un componente emocional al sonido luminoso del concierto en la noche del Viernes 7 de marzo.

Para el encuentro, que ya promete ser inolvidable, Ana Martin tendrá como artistas invitados a la agrupación "Coralina", dirigida por Alina Orraca, a la flautista Iya Mezenova, al maestro de la batería Enrique Plá, a Michel Zalazar en el bajo y a Lino Alberto Pedroso en la percusión.

También estarán en el homenaje el siempre bien recibido carismático actor Carlos Ruíz de la Tejera, la pianista Maria de los Ángeles Horta, el Quinteto de cuerdas Opus 5 , dirigido por Irina Vázquez.(Violinista Concertino de la Orquesta Sinfónica de Matanzas, a la que pertenecen todos estos músicos) y el reconocido actor de emoción y fuerza, Premio nacional de teatro, José Antonio Rodríguez.

La conducción estará a cargo de Rosalía Arnáez.

Con este concierto dedicado a los periodistas cubanos, la artista también recuerda a su padre, el ya desaparecido eminente periodista y maestro de la locución cubana Eddy Martin, Premio Nacional de Periodismo José Martí que la Unión de Periodistas de Cuba entrega cada año por la obra de toda la vida.

La Unión de Periodistas de Cuba cuenta nacionalmente con más de tres mil miembros en los diferentes medios de la prensa escrita, radial y televisiva cubana.

HOMENAJE MUSICAL A EDDY MARTIN
















Por IDANIA PUPO FREYRE

Tributo a mi padre
se nombra el concierto que ofrecerá la pianista y compositora Ana Martin, la segunda de los tres hijos del fallecido periodista y narrador deportivo Eddy Martin.
Dicho espectáculo se estrenará el día 14 de diciembre a las 6:30 de la tarde en la sala teatro del Palacio de Bellas Artes en Ciudad La Habana.
Anita estrenará piezas instrumentales compuestas por ella y dedicadas especialmente a la memoria de su ilustre padre.
En el elenco estarán invitados la Camerata Romeu, dirigida por Zenaida Romeu; el dúo Enigma y la solista Verónica Velásquez.
También actuarán los músicos del cuarteo Reflexión, integrado por Iya Mezenova, (flautista), Michel Salazar (bajo), Lino Pedroso (percusión cubana ) y Alían Ortiz (batería ).
Los actores Nila Sánchez (prima de Eddy), José Antonio Rodríguez y Carlos Ruiz de la Tejera tendrán intervenciones con fragmentos de poesías y prosas.
José Antonio declamará unas décimas escritas por el poeta florenciano Volpino Rodríguez, las cuales narran en síntesis la vida y obra del homenajeado.
Además, este espectáculo servirá par la premier de la multimedia Eddy Martin, hijo ilustre de Tamarindo, realizado por instructores de los joven club de Florencia y Tamarindo.
Dicha multimedia se proyectará en una pantalla instalada en el fondo del escenario y, mientras trascurra el espectáculo, se podrán ver imágenes de su menú, dividido en especie de capítulos denominados Niñez, adolescencia y juventud, Vida y obra, Testimonio y Galería con fotos y videos.
Ana Martin es una destacada pianista y compositora que se ha presentado en los más importantes escenarios de Cuba y ha hecho giras por Argentina, Ecuador, México y España, entre otros países, tanto como solista y como acompañante de Carlos Ruiz de la Tejera.
Todo el sentimiento del amor de hija y el rigor profesional de artistas de valía fusionarán en mejor homenaje poético—musical en tributo a la memoria de un gran periodista, escritor, narrador deportivo y ser humano excepcional: Eddy Martin Sánchez.

Un sueño hecho realidad en la linda ciudad matancera de Colón





“Sólo el amor convierte en milagro el barro”...

Silvio Rodríguez

El espectro radiofónico en nuestros tiempos sirve, cuando bien se le emplea en el desarrollo de las más nobles causas, para hacernos más humanos, para acercarnos cada vez más los unos a los otros y sobre todo para llevar a vías de hecho las más bellas ideas que el hombre es capaz de generar.

Precisamente un ejemplo de ello está en lo sucedido a partir de un programa radial que todos los domingos sale al aire entre las ocho y diez de la mañana por las ondas sonoras de la emisora radial Radio Llanura de Colón cuya base está en la linda ciudad matancera de Colón. Su nombre es Sintonía Directa.

Es este un popularísimo programa de participación, donde los radioescuchas toman el micrófono desde sus hogares para analizar, opinar, debatir, confrontar, criticar, disfrutar e irradiar ideas, propuestas, preocupaciones, sentimientos, criterios y hasta hacer loas por las victorias y logros alcanzados en la sociedad. Todo ello realizado con la más absoluta sinceridad, notoria espontaneidad en franca complicidad y comunión de intereses.

Niños, jóvenes, adultos y un gran número de miembros de la tercera edad conforman la masa de radioescuchas activos participantes de Sintonía Directa.

El programa ha sido la génesis de un Club de Oyentes igualmente compuesto por diferentes grupos etáreos y variadas profesiones u ocupaciones que van desde médicos, maestros jubilados estudiantes hasta las tan activas amas de casa.

El Club que ya cuenta con casi un centenar de miembros se reúne mensualmente en torno a determinadas temáticas y asuntos de interés comunitario en el fresco jardín terraza de la Casa de los Mártires del Moncada. El desarrollo de actividades culturales, la celebración de cumpleaños colectivos, las serenatas y homenajes a miembros de su comunidad, intercambios de regalos, espectáculos musicales con artistas aficionados y otras son también algunas de las más relevantes acciones de dicho Club.

El teléfono ha sido y es la vía para la participación en el programa, pero también el vehículo que sirvió para nuclear a este grupo de personas, en la mayoría de los casos con intereses muy similares, en una filiación espontánea.

Asuntos culturales, éticos, científicos, deportivos, la recuperación de valores humanos, el rescate de hábitos y costumbres sociales, la educación y muchos otros son los temas que abordan tanto en el programa como en sus reuniones los miembros del Club de Oyentes de Radio Llanura de Colón.

Pero ya no sólo en Sintonía Directa se respira esa sana atmósfera del buen hacer comunitario, sino que los tentáculos bienhechores del Club, todo entrega y amor, llegan a programas que diariamente se transmiten también por Radio Llanura de Colón: el programa Frecuencia y el programa de carácter cultural Encuentro.

Algunos de los miembros con edad avanzada o discapacidades que les impiden participar en las actividades físicamente son visitados y atendidos por los miembros del Club en sus hogares en franca muestra de solidaridad y gran fraternidad.

El Club de Oyentes lleva el nombre del Héroe del Trabajo de la República de Cuba y Premio Nacional de Periodismo José Martí, Eddy Martin Sánchez, como manera de sus miembros rendir eterno homenaje al genial comentarista deportivo; al modesto hijo de Doña Ana Sánchez, allá en la finca El Cafetal, en Tamarindo, Morón; el locutor y narrador; consagrado a una multifacética vida artística y periodística marcada por la profesionalidad y la cultura; el fundador del Frente Independiente de Emisoras Libres; la cálida voz de los Juegos deportivos, las Olimpiadas, las Series Nacionales de Béisbol; el amoroso padre, el maestro, el fiel defensor de los principios revolucionarios, que supo conjugar con su idolatría por la familia; el que siempre estuvo al lado de los humildes; el prisionero de la dictadura; el siempre consagrado al trabajo con una vida dedicada toda a su pueblo, el ejemplo.

Y qué mejor nombre para tan encomiable acción como la que realiza ese Club de Oyentes que el de ese hombre cuyas inconmensurables virtudes humanas adornaron su existencia, de la que fuimos prematuramente privados.

El pasado fin de semana fue muy especial la reunión del Club de Oyentes, pues contó con la presencia de dos de los tres hijos de Eddy Martin. La pianista concertista Ana Martin acompañada de su representante Yolanda Cárdenas y el foto reportero Eddy Martin Jr. tuvieron un ansiado encuentro con los miembros del Club de Oyentes, los trabajadores de la emisora Radio Llanura de Colón y pobladores de la ciudad de Colón en general, quienes los embriagaron con sus muestras de amor y cariño inspirados en el reconocimiento y la obra de su padre.

Muy emotivo fue el encuentro, lleno de amor y de franqueza, en el que no pocas veces la emoción llegó a los más elevados niveles. Varias fueron las actividades realizadas, entre ellas la visita a monumentos locales, sitios históricos, centros de recreo, intercambio directo con los miembros del Club y la participación en el programa Encuentro. Un sueño hecho realidad por la incansable acción de los miembros del Club.

La experiencia ha sido valiosísima y la idea de crear este Club de Oyentes con fuerza tan arrolladora es realmente una de las más acertadas dentro de la ciudad de Colón y sus alrededores. Con seguridad en otras ciudades y emisoras surgirán otros que seguirán su ejemplo poniendo de manifiesto lo que dijera el poeta cantor “Sólo el amor engendra la maravilla”.




Por Lilibeth Bermúdez y Katia Cárdenas
Fotos: Jesús Risquet Bueno

“Dialogando con” periodistas y fotorreporteros de diferentes medios entre los que figuran Eduardo Dimas, Magda Resik, Julia Osendi, Martha Rojas, Matilde Salas, Ibrahim Apud, Francisco Campos, Julio Larramendi y Liborio Noval, el Museo del Tabaco conmemorará el Día Internacional del Periodista el 12 de septiembre, a las diez y treinta de la mañana.
Este espacio, dirigido especialmente a los lectores de tabaquería, tratará acerca del periodismo como fuente de riqueza de la lectura, así como de la relación de este sector con las tabaquerías donde además de debatir las obras literarias, son comentados artículos y programas radiales y televisivos.
Dialogando con... homenajeará además a Eddy Martin, comentarista deportivo de destacada trayectoria, y se inaugurará la exposición Eddy entre nosotros, con objetos personales, medallas, libros y otras piezas conservadas por su familia. Estarán invitados aquellos profesionales que han colaborado con la labor cultural de la institución en aras de perfeccionar el trabajo de los lectores tabacaleros del país. Al finalizar, la pianista Ana Martin y la flautista Iya Mezenova ofrecerán un breve recital como cierre del encuentro.
Los lectores de tabaquería son públicos habituales del Museo del Tabaco, institución que dedica varios de sus espacios a este sector. Personalidades de la cultura, el arte y las letras cubanas han protagonizado Dialogando con…, un encuentro de interacción entre el invitado y los presentes.
En el número 120 de la calle Mercaderes, la otrora vivienda de la familia de Bartolomé Luque, atesora pipas arqueológicas, encendedores, cofres, ceniceros, litografías y anillas, así como piezas vinculadas a la manufactura de habanos y otros objetos.
Sede de diplomados, conferencias y exposiciones transitorias, el museo posibilita el estudio de documentos compilados en su Sala de Lectura y facilita la consulta de los libros de registros de marcas de los siglos XVIII y XIX.

Crónica de una cena anunciada

Con el permiso y todo el respeto que merece el Gabo, echo mano a su ingenio parodiándolo ante un hecho ya de importancia especial para un grupo de amigos. La llegada a la ciudad de Colón fue realmente impactante, pues el Club de Oyentes de Radio Llanura de Colón Eddy Martin, casi en pleno esperó a los hijos del ilustre periodista y sus acompañantes. David, Adaleida, Martha, Mary, Carlitos y muchos más, incluidos algunos infantes mostraban su júbilo con gran espontaneidad.

Los besos y abrazos por el conocimiento y reconocimientos de cada uno de ellos se sucedieron casi olvidando recoger el equipaje dentro del ómnibus.

De inmediato se inició un recorrido por la calle principal de la ciudad, Carretera Central, con dirección a la casa de Mary y Raúl, sitio de Bienvenida. Linda tarde soleada tras una lluvia que refrescó los calores del naciente verano tropical nuestro.

El Hotel Santiago Habana, uno de los más conocidos de la ciudad y recientemente remodelado abrió sus puertas para alojar a los visitantes y se creó la expectativa para una noche inolvidable con una cena criolla y una verdadera lluvia de boleros, ese género tan nuestro y de tanto arraigo popular.

Llegada la noche comenzó la marcha hasta el lugar donde sería la cena: la casa de Inés, otra de los miembros del Club de Oyentes Eddy Martin de Radio Llanura de Colón.

Allí se reiteraron las muestras de cariño y en un patio verdaderamente acogedor se reinició la recepción sin protocolos de ningún tipo, innecesarios entre gente que desborda sencillez y sinceridad por todos sus poros y sus acciones.

La fragancia de las plantas del entorno y el cielo estrellado creaban cierta magia para la ocasión. La iluminación diseñada por los diligentes miembros masculinos del club completaba el ambiente íntimo y familiar a la vez.

Simpáticas anécdotas, criollísimos chistes, y la presentación de algunos que no estuvieron en la bienvenida, como sucedió con Humbertico López, conductor del popular programa de radio que dio origen al Club de Oyentes protagonista de este encuentro entre amigos y su abuela, precedieron a la cena.

Un original cartel colocado en la pared al fondo del patio, rutilante y original, daba la bienvenida a todos los comensales.

Ameno diálogo entre todos, intercambio de ideas, expresiones jocosas y sobre todo mucho amor se desprendía de aquel encuentro donde a cada segundo se iban descubriendo facetas de la vida de cada uno y se destacaban las razones por las que el Club de Oyentes recibió el nombre del inolvidable Eddy Martin Sánchez.

David, presidente del Club, siempre haciendo de las suyas, Adaleida, activa vicepresidenta eternamente sonriente haciéndole la segunda, Mary, centro y corazón del entusiasmo regalándonos sus ocurrencias, Raúl guardando en imágenes los momentos para que no mueran en el recuerdo, Humbertico regalando las ondas de su voz… Anita disfrutando a carcajadas, Yolanda no menos risueña y Eddy Martin Jr. disfrutando del momento como no imaginó jamás. Este modesto cronista se sentía embriagado de placer por tanta cordialidad y tantas muestras de cariño.

Cuando las anfitrionas con Inés y Martha al frente iniciaron el desfile de manjares no salíamos del asombro por los aromas y por la belleza de las presentaciones de los platos multicolores, pletóricos de vegetales y sobre todo haciendo gala y honor a la cocina criolla.

Las más disímiles ensaladas invadieron la mesa dándonos una muestra de la calidad y el valor de la comida vegetariana. Zanahorias ralladas, pepinos, espinacas, habichuelas…

¡Y qué decir del tamal en sus dos formas más tradicionales! El amarillo color del rey de las gramíneas americanas matizado con el verde de los vegetales y el brillo de los chicharrones invitaban hasta al más desganado a degustar de tan apetitoso manjar.

Humeante y brillante llegó el congrí, esa guarnición tan alabada en la mesa del cubano en cada ocasión especial, acompañado de las chicharritas para unos y mariquitas para otros que crujientes señoreaban por toda la mesa, cercanas a su compañero el plátano frito.

Con una salsa como para dioses hizo su entrada el asado con unos dorados muslos de pollo cuya cantidad llenaba y sobrellenaba la vista de los presentes. ¡Y la yuca con mojo, fabulosa! Como diría un simpático personaje de la radio.

Creo que tan solo con ver y oler ya estaba más que logrado el objetivo de propiciar placer ante la mesa con los amigos alrededor.

Un exquisito jugo de mango y piña hizo las delicias de todos. La mayoría de los presentes desconocíamos la mezcla de tan delicados sabores. Maravillosas frutas del patio en fraternal abrazo para ofrecer un delicioso resultado.

La sobremesa no pudo ser mejor. Todavía sonrío recordando las anécdotas de Ana Martin y de Mary Rego, la puja por ver quién comió más y las frases de elogio ante el postre de Pudín diplomático con maní acompañado de un dulce de coco, comida de reyes. Pero las palmas anecdóticas son para David y Adaleida, dos artistas natos a la hora de hacer amena una conversación.

La gula hizo de las suyas esa noche. Fue realmente agradable que nos hayan concedido esta fiesta para el paladar y sobre todo el haber tenido el privilegio de compartir con los amigos una cena así, que por cierto, no es la última cena. El recuerdo engrosará la lista de los favoritos para muchos de nosotros. De ello estoy seguro. La noche de boleros la retomaremos en otra ocasión.

Con Carlos Ruiz, Ana Martin y Tatica el Día de la Cultura Cubana






La Peña de Carlos Ruiz de la Tejera, Premio Nacional del Humor 2006, cita casi obligada de quienes buscan pasar un buen rato el último sábado de cada mes en el Museo Napoleónico de La Habana, estuvo dedicada este 20 de octubre, a homenajear el Día de la Cultura Cubana.

El actor y humorista, maestro de las tablas cubanas, junto a sus otros dos anfitriones, la pianista Ana Martin y el trovador Jesús del Valle, Tatica recibió como invitados a Osvaldo Rodríguez, “Churrisco” y al Dúo Enigma para beneplácito de todos los asistentes.

Fue una “peña pasada por agua” al decir de Carlos Ruiz, haciendo referencia a la lluvia que no nos impidió llegar hasta el acogedor salón del museo para disfrutar de la música, el humor y la poesía en todo su esplendor.

Muy especial resultó este Día de la Cultura Cubana donde señorearon, entre otros, los versos de José Martí, Nicolás Guillén, Mirta Aguirre; allí, en el ambiente cortesano que sugiere el Museo Napoleónico, acompañados del dulce sonar del piano y la guitarra y de un lenguaje a veces sublime, otras muy criollo provocando la risa dulce e inteligente y las más muy sentido.

“El amor es como una fuerza que necesita alimento nuevo cada día”… “La única fuerza y la única verdad que hay en esta vida es el amor”… José Martí.

“Yo me acostumbro, amor, yo me acostumbro. Y un día y otro pasan.

Y un día triste no es día sino un cortejo inmenso”... Mirta Aguirre.

“Si el amor se posa en tu ventana y sacude su plumaje de sudores, bríndale tu lecho de descanso que también se cansan los amores”… Eduardo Rómulo

Una y otra vez la poesía tomaba por asalto la audiencia en voz de Carlos Ruiz con la exquisitez característica, símbolos, bellas imágenes todo un lenguaje delicado y armonioso en función de lo más puro del ser humano.

La cadencia inigualable del son invitando a corear llegó con la voz de Jesús del Valle y Ana Martin en complicidad con su piano y su guitarra… “que manera de quererte que manera…” Y no faltaron magníficas interpretaciones de Tatica en canciones como Qué hago con la canción de Pedro Romero, Todavía de Armando Manzanero, Se fue de Raúl Torres, o acompañando al maestro en Babalú Ayé de Pedro Luis Ferrer…

Bola de Nieve, gloria de la Cultura Cubana fue recordado y De la Tejera hizo una vez más su genial interpretación ¿o actuación? de su Mesié Julián de Armando Oréfiche y los versos musicalizados de Guillén Tú no sabe inglé con el costumbrismo delicioso a que nos tiene acostumbrados; y Lecuona nos llegó con La Negrita del batey, con esa sabrosura inconfundible.

Churrisco, uno de los invitados de la tarde nos embriagó placenteramente con ese humor tan fino y admirado que siempre nos regala, cargado de mensajes sociales, reflexiones, valores y actitudes sociales; y ni qué decir del Dúo Enigma que hasta dos estrenos nos regalaron, entre ellos la magistral interpretación de la pieza de Antonio Guerrero Sin reverso.

Y de sus voces, acompañados por Ana y Tatita instrumentalmente, nos dejaron escuchar e manera impecable versos de Nicolás Guillén: “A veces tengo ganas de ser tonto para gritar: ¡La quiero tanto!...”

La Lata de Cristóbal y Calle Carvajal fueron dos e las interpretaciones realizadas al piano con que Ana Martin complació peticiones del público, en el que se encontraban la popular actriz Sheyla Roche, los periodistas Roberto Márquez de Radio Reloj y Ada Oramas de Tribuna de La Habana así como varios invitados especiales del Periódico Trabajadores.

El Che, Borges, Bécquer Vinicius de Moraes, Teresa de Calcuta también prestaron su pensamiento e ingenio en esta gran fiesta.

Balada de los dos abuelos y Babalú Ayé marcaron el colofón de una tarde donde la Cultura Cubana estuvo de fiesta, porque como dijera el maestro Carlos Ruiz “Estar enamorado es ignorar el tiempo y su medida. Estar enamorado es contemplar la vida desde arriba…”